En alguna ocasión las mujeres se habrán preguntado el hecho de saber que es lo ¿que queremos los hombres?, pues no hace falta ser físico cuántico ni científico de la NASA o agente de la CIA. Cada uno tiene sus propias y particulares deseos y fantasías con ello, lleva una cantidad concentrada de sensaciones, contradicciones, emociones, negaciones, inquietudes, insuficiencias y todo en uno. El problema cual es no es que no sepamos que es lo que queremos, e intentar conspirar un plan contra el universo para llegar a nuestros objetivos de vida, ¿Qué cuales son? Simples alguien a quien querer, respetar, y compartir nuestros triunfos personales, tener un trabajo que nos suministre de dinero necesario para sentirnos independientes y útiles a nuestras familias o sociedad. Investir las posesiones que hacen parte de la extensión de nuestras personalidades (casas, relojes, vehículos, terrenos, cadenas, y demás). No por ello pensamos que la vida se llena o complementa de forma tan materialista (dice y reza un adagio popular: que el dinero no compra nuestra felicidad, pero como ayuda), en ciertas ocasiones preferimos buscar modos un tanto inapropiados para encontrar la felicidad: no se buscando formas liberar tensión y mucha testosterona (un deporte, un hobbie, una practica, o cualquier cosa que nos libere de las presiones de pensar y estresarse).
Hare un breve recuento de lo que consideramos un deseo, aclaro obviamente esto es algo asi como una sinapsis de lo que queremos encontrar de la vida.
La vieja: dispénseme la forma de mencionarlas, pero esta es la mas común y normal de nuestros vocablos a la hora de referirlas; ahora si que buscamos en ustedes. Nada mas alla de que no se comporten como físicas y completas locas, no somos especialistas en psiquiatría o sicología, pero intentamos comprenderlas a veces adularlas sin que en ocasiones se lo merezcan (el ¿Por qué? Lo hacemos; por la sencilla razón, de que las queremos y adoramos, por alguna impráctica razón: estamos enamorados), o les debemos algún sincero beneplácito a tan divino ser que es capaz de comprendernos y aceptarnos tal y como somos. Eso en lo referente a las cuestiones eminentemente sociológicas, pero en la vida de pareja si se aplica un particular sentencia de señoras de antaño (una dama en la calle, señora en la casa y puta en la cama), me dispensaran pero eso es terriblemente cierto, no me pidan muchas explicaciones al respecto pero las exigencias de nuestras propias voluntades y las demandas tanto de afecto como de emoción hacen que cada vez mas nos estaremos cambiando en seres sedentarios sin muchas pretensiones y aquellas generaciones de perros chandosos están cada vez mas escasos (si bien las mujeres ahora en estos días pueden ser tan o mas promiscuos que los mismos hombres), y súmenle el hecho que por ambos sexos han encontrado felicidad en su mismo sexo. No es de extrañarse, que las posibilidades de dar con personas que busquen metas y fines comunes en esta vida se reducen cada vez mas (inclusive con tanta tecnología, para encontrarlos), primamos nuestro egoísmo y metas personales como el epitome de nuestras aspiraciones, relegando a la pareja (a una serie sin causa, de malas y muy malas relaciones personales), de cada ser humano corresponde como correlacionar a sus necesidades fisiológicas (no es de mi parte, ni mucho menos juzgar como lo hagan) pero la mayoría simplemente busca una satisfacción momentánea y no nada definitivo, los que hayan podido tener la fortuna de encontrar a esa persona (los congratulo de manera muy sincera).
Vehículos: cada hombre tiene gustos particulares, y modos de desafiar su propia imaginación o creencias, dícese en algún articulo que la mayoría de hombres buscamos o compramos vehículos que representen una cierta extensión de nuestra personalidad, la ausencia o carencia de algo (literalmente no aplica, para todo el mundo), a esto se le conoce como complejo de… (lo que le haga falta o le sobre), pero bien también es cierto que es un definición por defecto de las cualidades que pretende dar un hombre, no por su alter ego, sino por la importancia del mensaje visual tratado de dar por el tamaño forma o aditamentos que el (carro, moto, bicicleta, triciclo, avión, o demás), contenga. No es de mi pensar que de cierto modo las mujeres tienen un interés voyerista al respecto pero si, he visto una serie de documentales por canales de cable, en los cuales pese a mi indiferencia al respecto (porque opino que la mayoría de damas, “no son materialistas”), aunque me puedo equivocar al respecto me ha pasado antes. El visualizar lo que ellos poseen por parte de ellas (en lo que respecta a su carro) puede ser parte importante de la forma como desean adoptar una posición de acometida como posibles parejas (si lo recuerdan bien, no somos nosotros los que elegimos, son ellas), su nivel de compromiso, riesgo, aseo, orden, poder, y sobre todo nivel socioeconómico reviste un automóvil, incluso para dividirnos entre nosotros mismos.
La casa o apartacho: deben pensar que los hombres que los hombres no pensamos en donde vivir, se equivocan y rotundamente. Quizá por algún periodo de tiempo indeterminado si parecemos homínidos en búsqueda de alimento en la era de hielo, pero no pensamos muy seriamente donde vivir y es más donde carajos pensamos habitar y como muchas veces nuestro estilo se resume a vivir monocromático, tener lo mas simple y elemental para la subsistencia de su humanidad. Es hasta triste pero hasta para eso nos hacen falta, no digo ni mucho menos que (querramos que nos hagan oficio, o labores domesticas) ¿no? Ni mucho menos, lo que quiero decir es que ustedes (mujeres) con su toque de sutileza le enseñan a uno el lado estético de las cosas, me explico mejor (nadie del sexo masculino entiende, porque un tapete se coloca donde se coloca, o porque una lámpara es tan indispensable en la mesa de noche), quiero decir que la opinión de uno es irrelevante con respecto a estos tema por que resulta que somos pragmáticos y nada pero nada estéticos (exceptuando obviamente a las personas (hombres) que tienen su lado femenino mas despierto). Colocamos la mayoría de nuestras posesiones donde intrínsecamente no sean mas fáciles de acceder a ellas. El TV se coloca donde se pueda acomodar un sofá o poltrona lo suficientemente grande para que albergue nuestras lochas y quizá algunos partidos que serán vistos en un trifulca de espectadores las mayoría de ellos “amigos”. La nevera, estufa, lavadora, horno y demás artículos pueden caber en un solo lugar (jejejeje siento exagerados, si así pensamos), lo referente a nuestra cama, tiene que tener un lugar privilegiado donde podamos observar muy bien el entorno en el cual nos encontramos y sobre todo por que ese lugar va a albergar uno de nuestros 2 mayores placeres en la vida (Dormir) el otro no tengo que ser muy obvio para que ustedes averigüen cual es. Pero en resumidas cuentas queremos buscar un hogar, aun sin princesa o reina (pero buscamos una caverna), para refugiarnos a desatar nuestra imaginación en lo que respecta a la vida. Permanecer en el hasta que por cosas de la vida, intentemos evolucionar nuestro forma de ver la vida.
Y lo demás: si miramos en perspectiva la verdad no nos interesan tantas cosas como ustedes (mujeres), se pueden llegar a imaginar; quizá si miramos desde un punto de vista muy materialista la vida, pero eso nos hace desapegarnos tan fácilmente de las cosas y en ocasiones de las personas, porque a diferencia de una empresa una (cosa o persona), no puede convertírsenos en alguien indispensable para la vida, pero ¿o? fallamos en ese sutil intento, ahí es donde aparecen ustedes (mujeres), nos complican de alguna manera la insignificante vida que llevamos y nos dan un paseo por lo complicado y tergiversado de la vida, después de ellos 10000 retozos, con lo que después quedarnos sin ustedes parece una eterna historia de nunca encontrar un reemplazo lo suficientemente digno para llenar sus huellas y tardamos en entender que lo que al final se convierte una búsqueda de el santo grial (la felicidad), encontrarla es supremamente fácil, lo difícil es conservarla para llegar a final cabo con esa persona que se eligió afrontar tan duras expectativas (porque los dos como la mayoría de todo el mundo tiene sueños, experiencias (buenas y malas), compromisos, desafíos, miedos y fantasías), que quisiera llevar a cabo y lo que modestamente nosotros queremos es encontrar nuestra compañera de viaje (no una pasajera).
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