jueves, 3 de marzo de 2011

CAPITULO 10: las diez cosas que ustedes jamás deben hacer o decirle a un hombre…

Vinculemos este capitulo al hecho que puede ser la diferencia entre un buen momento, o la catástrofe de situación que ustedes no quieren que pase o se desate en su relación o con la persona que usted decidió llevar una relación, estas cosas son claves, .

Jamás pregunte, óigalo bien “jamás”; pregunte por la cantidad de mujeres con las que uno ha tenido en su pasado.  Esto puede de alguna manera ser una simple información que nosotros como hombres manejamos (inclusive la decimos), el porque jamás; sencillo nosotros nos parecemos mucho al DANE (departamento administrativo nacional de estadística), a que se debe la analogía; una cosa es lo que esta en las cifras y otra bien diferente lo que hay en realidad.  Manejamos cifras significativas algunas veces podemos llegar a redondear para no tener que especificar, lo bochornoso del asunto es que muy a pesar que actuemos con honestidad y digamos la verdad, esta va ser una lapida de llevar a cuestas durante el proceso de enamoramiento o de asentamiento de la relación.  Es como un difícil asunto del cual jama hubiésemos querido hablar o que por algún momento paso por nuestras mentes (en que maldito momento se me ocurrió por ser honesto con ella, a veces preferiríamos idóneamente que se nos premiara la honestidad), además si la pregunta fuese al revés, ya se podrán imaginar como seria el asunto.  Si para ser un candidato a ser pareja de ustedes (mujeres), hay que llenar un cuestionario y aparece esta pregunta, se lo aseguramos responderíamos al igual que las encuestas (no sabe no responde).

La presión de presentar la familia; si suena como algo muy común y lógico, pero intrínsecamente es una decisión de suma importancia para uno como hombre, en la gran mayoría de la población masculina (aunque eso puede diferir del modelo de fabricación del mismo).  La disposición anímica de presentar a la novia a sus padres no es ni mucho menos un minúsculo punto de interacción con sus progenitores, es mostrar no solo el gusto particular de cada hombre, sino todas las cosas que tuvieron por bien enseñarle en su modesta pero bien educada casa.  Para algunos a veces esto se convierte en un deporte, para otros es toda una tragedia de muy variadas criticas según sea el evento o el momento elegido para ser presentada la niña.  Por favor niñas no nos presionen, a veces uno no sabe que es mas intenso si la adrenalina descargada en una actividad física fuerte como montar en montaña rusa o la gótica fría que le recorre a uno la espalda cuando se dice lo siguiente: “papa o mama (o los dos), les presento a…”.  Se por experiencia propia que después de eso no va pasar nada malo ni mucho menos; lo mas usual transcurre en un hola señorita… como esta usted.  Pero ese místico silencio pronunciado por la madre que escanea sigilosamente a la susodicha y el repaso visual realizado por el padre resulta un tanto mórbido.  Créanme que esto ultimo es lo que quizá menos me llega a importar, aunque la consecuencia a la cual se le padece; es cuando lo llaman a uno (principalmente la Madre), y le dice a uno en un tono casi imperceptible que va subiendo con el transcurrir de las palabras para preguntarle todo un cuestionario que uno previamente tienen que mentalmente haber diseñado para responder consecuentemente esta prueba ICFES oralmente.  Sucede a menudo cuando la fémina, ya se ha marchado y se encuentra cómodamente en su hogar, mientras en el propio uno se encuentra satisfaciendo la curiosidad de nuestra progenitora; y desenmarañando el árbol genealógico de ella, que muchas veces ni uno llega a conocer.  Todo esto es mas serio de lo que las mismas mujeres pueden llegar a imaginar, por eso no es por joder que lo digo, todo a su tiempo y si tienen suegros(as) de este estilo prepárense.

De nuestra señora Madre mejor ni hablemos: si he dicho que nuestro primer amor en nuestras vidas es nuestra progenitora no estoy exagerando es literal.  Ellas a pesar de las dificultades siempre piensan en uno, uno puede ser lo que sea que ella, producto de las vivencias y apego a nosotros siempre nos proveen de cariño, afecto y sobre todo amor.  Ahora, si por lo anteriormente dicho vamos a hablar de mi Mama; la respuesta masculina es: sabes que este va ser un tema vetado, no porque crea que mi madre sea perfecta (sino que es la mas perfecta de las imperfectas), inclusive por encima de ustedes.  Y ojala nunca pero nunca nos pongan a elegir; es bastante incomodo tratar de elegir entre la mujer que uno quiere, ama y respeta o la mujer que lo ama a uno, lo respeta (muy a su manera pero lo hace), y lo quiere como si fuera una extensión de ella misma… adivinen normalmente que preferimos.

El mejor día de nuestras vidas; icónicamente los hombres tenemos miles de mejores días de nuestras vidas, pero es una expresión tan cotidiana y a veces dicha como tan corrientemente que pierde su valor para ciertas ocasiones.  Me quiero referir a dos cosas en particular, voy a referirme al tema con dos simples ejemplos.

Ejemplo 1: un día normal en el cual uno se levanto y transcurrió sin mayores acciones, pues resulta que ese dia su equipo del (deporte favorito) usualmente futbol, juega la final de la copa mundial de clubes y por coincidencias de la vida la va ganando 4 a 0 al Barcelona de Messi (aclaro a las lectoras que no saben quien es Messi es lo mas cerquita que hay a Dios en este hermoso deporte).  Es suficiente razón, para que la alegría colectiva despertada sea una masa humana en la cual miles de emociones de alegría, llanto, satisfacción, deleite, encanto y placer (por esto es uno de los mejores días de nuestras vidas ¿jum? Ni idea, no se gana uno nada pero que carajos felicidad es felicidad).

Ejemplo 2: ahora usted va por la calle tomado de las manos con una bella doncella que ha tenido cortejando por una cantidad de tiempo, los sentimientos son bien correspondidos por los dos y de la manera mas sutil, sencilla y romántica se le llega a proponer que ese lazo que han formado primero como amigos y posteriormente como novios debe tener feliz termino en los votos como “Matricidiados” (mentiras, en Matrimonio).  Y ella con alegría en ocasiones con algunas lagrimas de felicidad corresponde a esa proposición; uno llegara a sentir (imagino yo) un nivel de júbilo infinito.  Por lo que este también es uno de los mejores días de nuestras vidas.

Ahora ya conocen los dos casos, bien ninguno tiene ni punto de comparación ni relación alguna, asi que uno de una manera muy deportiva a veces colocamos títulos a las cosas que quizá no los merezca.  Por ello cuando un hombre se refiera al mejor dia de su vida, no armen tormentas en vasos de agua, porque como dice un personaje de novela: “una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”.  No confundamos el hecho de la satisfacción por la consecución de un logro colectivo con la de la felicidad personal, traten de entendernos por un segundo, ustedes son muy demasiado mucho very importantes para nuestras vidas (pero nuestros tubos de escape esta en nuestros gustos y hobbies, ¿no nos han visto echar madrazos al televisor?).

Amigos y amigas: llega un momento en que como seres sociales queremos saber, preguntar o relacionarnos con las personas que consideramos mas allegadas a nuestros afines gustos y sentimientos.  Estas personas son los amigos(as), si parece curioso pero si bien la pareja le llena un espacio muy importante en la vida de nosotros no significa que todo (absolutamente todo queramos compartirlo con ella, cabe un espacio ínfimo para nuestro propio egoísmo) y ese pedacito de egoísmo lo compartimos con quienes mas los vagos y necias que uno tiene por amigos (la mayoría tiene un lindo saludo de bienvenida para uno: “por fin lo dejo salir la fiscalía”).  Si quizá, lo mas usual es que ella (la pareja) también asista y se relacione con aquellos que le tienen miles de sobrenombres por debajo de la mesa, pero no el hecho es compartir momentos de intima amistad, poder hablar en ocasiones agrestemente, y divertirse sin el peligro de llegar a herir susceptibilidades porque uno de cierta forma se siente entre la espada y la pared.  Lógicamente uno le guarda un profundo respeto a su pareja y el inmenso amor que se le puede profesar (pero no puede condicionar a que las personas que te rodean puedan opinar lo que consideran y mas si son tus amigos).  No restrinjan los espacios que los dos suelen tener, no es perder la libertad, es compartir sus mundos no adueñarse de ellos).

Los sobrenombres; este es para mi en lo personal un tema un tanto divertido, el ¿Por qué? Sencillo, la forma romántica, dulce y hasta fraterna que se utiliza para resaltar una virtud o incluso un defecto se hace evidente aquí, tanto es así que si uno llegase a escuchar todos los sobrenombres que se llegan a poner (podría ponerle un sobrenombre a cada día del año de aquí al 2050 y no repetiría ni uno), bueno lo cómico puede ser chocante y hasta irritante; pues es como la forma intima y privada de denominarse en su común proceder como pareja, lo cual no debe ser de común interés social (me entienden a lo que intento referirme), no crean que a mi como hombre me molesta pero algunos si les llega hasta insultar que sean llamados públicamente por su apelativo y no por su nombre (esto mas por las consecuencias que trae el hecho que las burlas interminables de amigos y familia; pueda hacer ronda por una buena cantidad de semanas, inclusive meses).  Seré un poco mas claro; si tu te llamas José Mariano (haciendo la salvedad que a la mayoría nos gustaría que nos reconocieran por nuestro nombre), y sea por el momento de euforia o alegría que como novia, esposa, amante querías demostrar le gritaste en una partido que el juega con sus compañeros de trabajo en voz rechinante y alarmante lo siguiente: “pinochito te quiero” (es solo una suposición).  Te quieres imaginar al siguiente dia donde le van a meter a Gepetto, o en el mismo si les alcanzan las ganas de joder.  Y Pinochito (por lo larga de la… mentira), caray solo imagínense esto es una suposición no quiero ni imaginar lo que le podría vociferar a un amigo que le digan: (bebe, cosita, turroncito, papito, osito, lobito, conejito, pingüinito y demás), y créanme somos demasiado creativos para joderle la vida a un amigo por su sobrenombre, y peor aun si de alguna manera nos enteramos que su “amiguillo”, también lo han llegado a bautizar.

De nuestros temores y otros demonios: los hombres somos sensibles así no lo parezca (parecemos montañas monolíticas e inexpresivas), pero si nos sentimos vulnerables parecemos otra cosa.  Y nuestros miedos, son nuestros peores enemigos (lo peor son enemigos íntimos), igualmente que cuando alguien del sexo masculino revele un miedo tácito, no es por ganas de chicanear que lo hace, es porque de alguna manera se siente vulnerable ante eso.  Y si llegan a tomar el asunto como una burla, pues la cosa como que se empeora por que no nos causa ni pizca de risa, te decimos que nos da pánico los dulces de café (como para hacer el ejemplo), si el temor es ridículo desde la perspectiva que se le mire, pero móntate a una cuerda colocada entre dos picos de montaña y pásala de lado a lado sin ninguna clase de protección y entenderás lo ridículo que el dulce de café te parecía.  No es el chiste lo que nos causa enojo, sino la falta de tacto al manipular la información, esta bien búrlese pero tenga presente que es un ser humano el que tiene enfrente, no al hombre araña.

La rutina: si no quieren generar en nosotros círculos de seguridad, no nos conviertan en productos de sus propios inventos, me explico.  La rutina parte de la interacción de dos personas que crearon toda una costumbre en tradición, (el círculo de seguridad es donde nos sentimos cómodos, o donde la costumbre nos amaña y atrae).  Ahora cuando muchas parejas crean la rutina en sus vidas, piensan que esto se desaparece así como así, no es un proceso y bien complicado; si quieren evitarse eso, creen en nosotros un sano hábito de renovar lugares, situaciones o planes que realizar en pareja muy frecuentemente así que tendremos la capacidad mental de estar siempre a la expectativa de sentir nuevas emociones con ustedes.

No este prevenida: el peor error sino dijera que el mayor de todos los que puede realizar una mujer es prevenirse para una situación no dada, me expreso en ocasiones un hombre actúa como si fuese a realizar algo malo o algo cuyo fin no es el que precisamente se llegase a imaginar, solo actuamos como seres que tienen complicaciones en su cabeza y por tal motivo a veces actuamos despóticamente solo por instinto no por la cabeza; y sacamos a relucir frases y expresiones que a las mujeres no es que les agraden ni mucho menos las toman de la forma como quizá uno las dice (solo por decirlas, en la mayoría de los casos).  En la gran mayoría tenemos otra multiplicidad de problemas que tratamos mentalmente de resolverlos, y cosa que de pronto muy ingenua y muy cariñosamente una mujer no entienda a lo que ellas alegan algo como: “¿que te pasa? Estas raro, tu no eres así… (no se molesten por lo que voy a decir, y que la mayoría de hombres suelen pensar…).  No quiero que me jodas, estoy con tres mil problemas en la cabeza y por ello estoy raro, no es que no me haga falta que me quieras o me preguntes como estoy, porque si algo he aprendido es que si te cuento mis problemas termino complicando la cosa un poquito mas no porque no confié en ti sino porque te quiero tanto que inefablemente quiero desprender una sola grosería de mi boca para el caso que me tiene intranquilo.  Deseo que me abrases, quizá me beses pero solo por ser hoy, y como estoy prefiero que el mundo se quedara en silencio a ver si alcanzo a escuchar mi conciencia para saber que es lo que debo hacer para resolver los problemas (todo esto se le puede a uno ocurrir, en dos mili segundos…). Así que concejo para las mujeres por favor no se predisponga, ni mucho menos hagan las preguntas que uno quizá no quiere contestar cuando nuestra sangre se baje al resto del cuerpo quizá ahí, habrán motivos para hablar.

Por favor coman: no es de suponer de que hablo, tienen una costumbre que llaga en ocasiones a molestar y no es otro del hecho de que no quieren comer, (haciendo la salvedad, que salvo condiciones de estado salud y no de estética perdona esta situación), cuando un hombre muy cortésmente se ofrece a invitarlas, brindarla o convidarlas (a comer, cenar, merendar, onces no se cualquier escusa para alimentarlas). Nosotros no muy consecutivamente nos basamos en el hecho de que las mujeres tienen que ser ganchos de ropa con carne humana, para que nos lleguen a gustar (incluso a enamorar), no padecemos ese simbiótico complejo de obesidad que a muchas preocupa, es mas si bien les puedo decir honestamente que existen hombres que mezquinamente seleccionan y tiene la desagradable costumbre de criticar los defectos y atributos físicos de las femeninas no lo hacen (sino cuando se encuentra en un espacio compartido solo con pura testosterona y donde nuestro machismo encuentra un punto entre la ironía el sarcasmo, la sátira y la socarronería), pero ello no devela sus gustos internos, y si somos radicalmente virtuosos las mujeres de verdad tienen curvas; acerca de esto observando una película caí en cuenta que la belleza solo la apreciamos cuando la desnudes del cuerpo nos hace mas vulnerable que es nuestros sentimientos.  Retomando el tema; quiero que las mujeres coman, que sientan afinidad con su naturaleza, no digo que se engorden ni mucho menos, digo que lo hagan sin complejos ni miramientos (la sociedad crea estereotipos, pero nosotros nos encargamos de creerlos), cuando tu amigo, novio, peor es nada, cuasi algo, y demás les digan que quieren comer háganlo no se abstenga de disfrutar uno de los 3 placeres que se disfrutan conscientemente.  No hagan lo que popularmente pasa (“el yo te robo un poquito mi amor”), no lo hagan se los suplicamos no comen ustedes y no nos dejan hacerlo bien a nosotros y lo que mas nos importa es su bienestar.

Sean autenticas: aunque en suma apariencia se dice comúnmente que los caballeros las preferimos brutas, eso no es del todo cierto.  La verdad es que si bien las mujeres en apariencia brutas descubren un picante que al hombre lo enloquece y les mueve las hormonas a niveles estratosféricos, pero como toda gran sensación uno se comienza a volver inmune a esta habilidad, y perdemos todo interés que por algún momento nos pudiere generar.  La inteligente o la mujer que sabe como hacer sus cosas (a su manera, autentica), puede que no despierte esa locura embriagadora pero a la larga ella puede auto descubrirse y porque no embriagarlo a uno de por vida, cosa que no nos enojaría para nada, pero sobre todo sean ustedes mismas no escondan ni sus defectos y sus virtudes demuéstrenlas que pese a que nosotros somos pelmazos tarde que temprano comenzamos a valorar esos pequeños detalles de la vida. Que aunque muchas veces los obviamos, otras tantas nos terminan enamorando.

Sabiendo lo anterior, no es arma de doble filo es la forma de decir que somos cavernícolas pero queremos aprender a manejar las herramientas del hombre moderno y descubrir el fuego que hay en ustedes…

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