martes, 22 de febrero de 2011

CAPITULO 3: NUESTRO ULTIMO GRITO DE LA MODA

Seamos consientes, la moda es la malversación de toda la existencia femenina y esta comprobado que solo existe un proceso lógico, coherente, simple, e imposible de entender para nosotros.  La moda no se hizo para nosotros; somos simples consumidores de un producto, y con el cual nos casamos si resulto bueno, aunque veo con mucha preocupación que hay unas nuevas razas de hombres dispuestos a cambiar ese concepto, algunos los conocen como los metros sexuales, otros más populares les dicen nenas.  En fin no soy quien ni para justificar ni para atacar ese tipo de gustos; pero mi preocupación realmente radica en lo que hemos llegado a realizar por el supremo sacrificio femenino, algunos en estado de demencia absoluta otros con sus plenas facultades físicas y mentales; de ¿cuando acá nosotros realizamos operaciones para realce de pecho y nalgas…? de ¿cuando acá nos sometemos a horas de cámaras hiperbaricas, y complejos rituales de depilación? De ¿Cuándo acá se nos metió la idea de ponernos mascarillas de chocolate? Es mas niñas no tengo nada en contra de este tipo de actividades, mi mama cumplió con el rito de pasarme por cuanta cosa ella se podía poner, pero no les parece muy exagerado desperdiciar el chocolate pudiéndose comer a manos llenas y ¿con lo feo que es? Resalto nuevamente la idea, que nos paso¡¡¡  la idea de la manicura y la pedicura hasta hace no muy pocos años me parecía una total perdida de tiempo, hasta que encontré divertido que conversar con la niña encargada de esta labor es algo interesante, no tanto por el hecho de que esa labor queda bien hecha sino que ella se complace al ver que uno esta siendo torturado mientras el sacan las cutículas y uno se aguanta porque es todo un macho, y aun así uno le sigue sonriendo, no se le llama a eso masoquismo.

No tuvo uno suficiente con la vieja que lo dejo como trapo de restaurante, definitivamente uno no tiene limites si le súmanos al dolor sentimental el dolor físico, quedamos hechos y si hacen el trabajo 2x1 fantástico, estoy pensando en salir con la chica que hace depilación con cera…(era un sarcasmo no se lo tomen literal). Definitivamente entramos en una era que si bien a reconocido de a pocos el lado femenino que tiene todo hombre; no significa que queramos igualarnos en el sentido estético.

Mírenlo desde este punto de vista, el hombre promedio busca tres cosas en las prendas que esta dispuesto a colocarse: que sea muy cómoda, que este limpia y que trate en lo posible que nunca se la critiquen.  La ultima es muy difícil de conseguir, pongo como ejemplo, mi particular caso; no se planchar, nunca me he preocupado por hacerlo (las veces que lo intente queme camisas) y creo que de todos los artículos de uso domestico es con la que mayor dificultad encuentro para entender, me es mas practico planchar en la licuadora.  Créanme lo intente en repetidas oportunidades pero es imposible entender los pliegues de un pantalón y todavía mas difícil dejar perfectamente homogénea la parte izquierda y derecha de la camisa, y no me considero perfeccionista.

Eso solo por hablar de camisas y pantalones, ahora vamos algo que de algún modo es parte de nuestra naturaleza, el cabello¡¡¡  Si como dicen un celebre comediante, yo fui una garra de aquellos con cabello largo cola de caballo jeans con agujeros (literalmente rotos que dejaban al descubierto mis rodillas y parte de mis piernas), playeras multicolor, camisas leñadoras, y botas Brahma (en su defecto tenis pisa huevos, o clásicas de alguna marca especifica), ¿correas? Nunca¡¡¡ éramos libres las riatas eran nuestro paraíso y con mas hebilla que riata, la ropa interior fue algo sublime aparecieron los bóxers que reemplazaron grandiosamente el regalo preferido de los familiares vaciados “calzoncillo tipo narizón y lo peor estampado”.  Bueno me desvié un poco del tema, si bien uno quería mostrar la rebeldía con nuestro cabello, peleaba en mi caso contra las reglas de los colegios y de los vecinos pendencieros que no hacían otra cosa que recriminarle a uno: “mariguanero”, carajos si nunca la probé como carajos iba a ser uno, ¿por el pelo? ¿Es que uno se la fumaba ahí? Hoy me refiero a los hombres caso Emo, nadie los entiende y se quieren matar, siempre he querido aprender un poco mas de esta subcultura no porque me atraiga su filosofía, sino que no pienso cometer los mismos errores que cometían conmigo.  Sus cabellos pierden toda noción de auto respeto, como por no contrariar la filosofía, puede ser que me equivoque con mi apreciación con respecto a este tema pero aquí no para el asunto, ya el negro se subvaloro, pienso en una cosa la rebeldía de los hippies era a full color, la decadencia yupi era a full blanco y gris, el despotismo grunch era a la simpleza no al color, el oscurantismo metalero era a su manera de ver la vida, pero hoy el negro es un color que a pesar de toda la versatilidad que lo contiene, no saben revelarse mas que con este color, el valor de la ideas hacer reto supero al de las expresiones monocromáticas de principios de las década de los 20’s.

Hoy en día perdimos esa independencia tan necesaria para mostrar nuestros propios gustos, no con esto digo que cada uno es libre de hacer lo que le antoje, pero que sentían ustedes (hombres) cuando sus madres los vestían o peinaban, una idea en este momento se me viene a la mente: “a que horas creceré para hacer esto yo solito”.  Caray crecimos y seguimos igualitos no con nuestras madres, pero si con las amigas, amantes, novias, es mas ahora hasta uno le pregunta a la vendedora del sitio donde estas realizando la compra lo siguiente: ¿como me queda? A lo que ella responde de dos maneras: le queda genial o mejor llévelo en azul ese color no le sienta, carajos mi mamá no esta pero ella me critica con todo, muchas por no decir todas opinan sobre como me queda de tiro, a duras penas se que es un pantalón y que lo voy a comprar.  Que simple era todo cuando eras niño: unos tenis, una pantaloneta (generalmente la que mas paleta de colores pudiera traer), y la camiseta del equipo de futbol favorito o en su defecto del colegio con el cual jugo (así haya perdido o ganado ese es su mayor orgullo deportivo), las medias y la ropa interior era opcional usualmente esto dependía de la zona del país donde uno residía.  Me muestro indiferente al hecho de pensar que tenemos que ver que hay de moda para poder vestirnos, me parece algo ilógico, aunque pienso que cada uno define su carácter de adentro hacia afuera y ahí es donde realmente se ve lo que tu moda te dicte no lo que la sociedad te imponga, reflexión para mi mundo masculino el de las niñas pues no es por ser tan mordaz pero entre menos mejor es como la filosofía, no se es mi sincera opinión personal; entre una mujer mas me deje para mi imaginación mas tiempo tengo de descubrir a la diosa, y no conocer a la diosa para perder después la imaginación.  Haciendo renglón a parte las mujeres tienen mejor definido el complicado mundo de la moda, aunque a veces pienso y juro que exageran, casos simples y clásicos:
·        ¿no tengo que ponerme?, tiene todo el guardarropa lleno¡¡¡
·        ¿dime la verdad esto me hace ver gorda? ¿cierto?, eeeehhh si te vez tan gorda como un hilo a contraluz
·        ¿Cómo me quieres ver vestida?, uno replica el vestido, conjunto o ropa que a uno le gusta verle. Y se termina poniendo lo que ella quiere.
·        ¿Cómo me queda?, fantástico, genial, te vez muy linda… no se pero ninguna nos creen, lo digo porque preguntan nuevamente siempre¡¡¡
·        ¿voy muy formal?, vas a conocer a mis amigos no al presidente Santos.
·        ¿voy muy fachosa si me voy así?, mi vida, amor, cariño (bueno como usted tenga a bien decirle) no estas bien vas deportiva, ¡¡jaaa pero primero muerta que sencilla!! ¡¡¡Ya me cambio!!!

La sencilla razón, mis queridas mujeres es que a nosotros como hombres nos encantan asi femeninas, pulcras, vanidosas, indecisas pero sobretodo nos encantan tal cual son naturales, entre menos capas hayan entre el exterior mas rápido podremos querer, amar y adorar el interior.

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